lunes, 7 de noviembre de 2016

El padre cajero automático



El Papá cajero automático

En el Ecuador, en la última década, los divorcios se han duplicado[1]. Es probable que sea una demostración de que poco a poco, las mujeres se han empoderado y al no tener ya una dependencia económica no creen que vivir “aguantando” sea una forma de ser feliz. También, a mi forma de ver, es una manera de romper con lo que te dicta lo del  “hasta que la muerte les separe” es decir romper con la forma tradicional de vida que se concibe como el deber ser de todas las relaciones monógamas y estables. 

Pensando en que tanta gente ha tomado la decisión de divorciarse (con hijos/as de por medio) es necesario plantear el rol de los hombres en estas situaciones. 

Por antonomasia, por una especie de decisión divina que aunque no parezca o no lo quieran creer es machista, las madres siempre tiene la custodia de los hijos. Hay hombres, a quienes esto les parezca lo mejor, algo así como librarse de un peso, de una atadura; pero en esta entrada quiero analizar qué pasa con los padres para quienes el no tener la custodia de sus hijos es un castigo. 

Probablemente la lucha por igualdad de género ha convertido a un grupo de hombres en algo más que proveedores dentro de las funciones paternas. He visto hombres conocidos, algunos cercanos, disfrazarse de hadas, princesas, superhéroes para entretener a sus pequeños. Hombres cuya función con sus hijos/as va más allá de lo que  se ha concebido por mucho tiempo la paternidad, Conozco casos de hombres que para ver a sus hijos tienen que recorrer varias provincias solo para estar 6 horas al mes con sus hijos.  Y estos mismos hombres que quieren ser padres, de repente no tienen los mismos derechos que sus ex compañeras. 

La tabla de pensión de alimentos en el Ecuador (calculadora de pensión de alimentos), es clara, por ejemplo con x salario, en el caso de tener un solo hijo el 49% de sueldo del padre debe ser para el hijo o hija. No sería entonces lo más justo que el tiempo para pasar con su hijo fuera el mismo? 

De repente por  esa especie de superioridad biológica otorgada a las mujeres, la situación no es así.  De repente está bien pagar casi el 50% del salario pero no está bien que la mitad del tiempo un hijo comparta con su padre. 

Justificar biológicamente que las mujeres per se, deben ser quienes estarán a cargo permanentemente de sus hijos, por un instinto o algo parecido, sería como justificar que todas las mujeres deben ser madres, que todas tienen el instinto materno y por último que es el fin último de cada mujer.  Entonces por qué, automáticamente son las mujeres a quienes se prefiere para la custodia de los hijos? 

El problema surge que basado en esa “superioridad biológica” (endilgada por el patriarcado) del parir, amamantar, de repente los hijos son solo de la madre. 

Algo así como hacer un favor, se determina en mucho casos que las visitas sean de horas a la semana, a veces cada quince días. Un niño o niña va a tener estabilidad económica probablemente pero va a crecer sin un padre. Verle a un niño de 5 años 2-3 horas a la semana no crea vínculos. 

La figura del padre de repente se convierte en la del señor que en 2 o 3 horas me va a sacar a jugar, me dará golosinas y quien una vez al mes es el cajero automático de la casa. 

El sistema patriarcal se basa en la desigualdad de los géneros por lo que en una separación o divorcio, el hecho de que  en una pareja heterosexual  automáticamente la custodia vaya a la madre, es violencia de género. 

Es Violencia de género porque se le está obligando a una  mujer a ejercer sola una responsabilidad que es compartida  y se le está quitando al hombre esa corresponsabilidad de criar a su hijo o hija. Se está reafirmando nuevamente y desde el sistema judicial, que papá=dinero, mamá=amor.

Si se deconstruyen los patrones de lo masculino, de los femenino, de la maternidad y la paternidad es necesario construir un “algo” que incluya a estos nuevos hombres en sus nuevos roles, un “algo” que muestre que ya evolucionamos del  estereotipo del hombre proveedor (porque paga la pensión de alimentos) y la mujer, la madre abnegada que solo vive para sus hijos/as  y su marido. 

Pd. En el Ecuador hay una organización de padres al respecto COPARENTALIDAD


[1] http://www.ecuadorencifras.gob.ec/el-numero-de-divorcios-en-ecuador-crecio-1191-en-diez-anos/

lunes, 24 de octubre de 2016

Los/as pacifistas de facebook. #Nadiemenos vs #Niunamenos



Yo tenía 15 años cuando un tipo me tocó en el autobús público. Recuerdo su cara y la expresión de sus ojos. Pienso en la incomodidad que sentí ese momento e incluso me siento incómoda ahora al recordarlo.  Pienso en cómo me sentí indefensa, en cómo alguien podía tener acceso no consentido a mi cuerpo y no pasarle nada. En ese momento me di cuenta que algo no estaba bien. 

Recuerdo también una ocasión en que estábamos andando por la calle con mi mejor amiga, teníamos 17 años, dos tipos pasaron y uno de ellos le dio una nalgada a mi amiga. Recuerdo como nos miramos mientras ellos se iban riendo. Recuerdo que no dijimos nada y solo un silencio se formó entre nosotras. 

Pienso en las veces que me han llamado puta, porque eres puta cuanto tienes sexo o cuando no, cuando reclamas porque te miran lascivamente o te tocan sin que tú aceptes, eres puta por usar la falda muy larga o muy corta, eres puta si eres lesbiana o heterosexual, ser puta simplemente es cuando exiges tu derecho a ser libre y sí las mujeres también nos llamamos putas entre nosotras.

He contado tres experiencias  (de tantas) de cómo he vivido el machismo en mi vida, pero estoy segura que lo que cuento se queda corto en comparación a lo que otras mujeres han pasado; por eso me choca que con tantos femicidios que son la consecuencia más grave del machismo, de repente alguna gente se vuelva “pacifista” en el momento exacto que sale la campaña #niunamenos salgan iluminad@s con #nadiemenos. De repente ahora son abogad@s y dicen que por qué femicidios si todos son asesinatos, que la violencia es violencia, que los hombres también mueren. 

Sí, la muerte de algunos hombres también es consecuencia del machismo, se les exige cumplir roles, ser bruscos, “machos” (literalmente), se les obliga a ver a sus hij@s pocos días al año cuando se han separado de sus parejas, se les obliga a ser proveedores, fuertes; es innegable esa realidad. Sí, lo ideal es el #nadiemenos, que nadie muera por su condición de género pero que se diga esto en el momento de visibilizar una campaña contra el femicidio, cuando el resto del año les da igual quien muera o no, es bastante cuestionable. 

Es cuestionable, porque antes del "ni una menos" nadie decía "nadie menos". Es una importancia repentina y momentánea, un pacifismo falso que nace como una respuesta que trata de subestimar y ensombrecer el hecho de que sigan muriendo mujeres a manos de hombres, muchas mujeres mueren por el simple hecho de ser mujeres. No es un invento de las feministas, es un hecho; en el Ecuador 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia, en lo que va del año han habido 69 femicidios en el Ecuador y no sé cuantas tentativas de femicidio. Yo he vivido el machismo en carne propia, todas las mujeres que conozco de alguna manera han sido violentadas.

¿Acaso incomoda mostrar una realidad? 

A los que buscan la paz social con su #nadiemenos, admiro que sean personas tan buenas, que como piensan en los hombres, piensen en las mujeres y en los animalitos sin embargo espero que su hashtag sea algo más que eso. Ojalá pacifistas de Facebook, ustedes no sean de los que van burdeles, de los que dicen puta o mamita rica en la calle, ojalá chicas pacifistas no sean de las que creen que alguien es zorra porque es libre, ojalá que no, porque sino su hashtag de #nadiemenos sería una muestra de HIPOCRESÍA, DOBLE MORAL E IGNORANCIA. 

Ojalá algún día logremos el nadie menos, pero tienen toooodo el año para hacer campaña sobre el tema y toda la vida para crear prácticas que hagan de ese hashtag una realidad, mientras esperamos el “nadie menos”, empecemos por el “ni una menos”, que ese ya es un paso. 

martes, 18 de octubre de 2016

Hábitat III ciudades sostenibles, evento insostenible



En mi inocencia el día de ayer llegué al  El Ejido para obtener un acceso a Hábitat III, mi sorpresa fue ver que la fila atravesaba gran parte del parque llegando casi a la 10 de agosto. Entre miles de personas y el sol canicular del medio día de Quito, fue casi imposible esperar lo que en mi cálculo serían 3 horas (confirmando posteriormente con el comentario de una amiga, que serían más de 5 seguro) para obtener un pase para acceder a todas las conferencias que ofrece Hábitat III. 

Foto tomado por: Vianney Hidalgo

Entre la confusión y la ignorancia he leído desde críticas al presidente, que no tiene casi nada que ver en la organización de este evento, pasando por la ya tan conocida frase “cómo van a hacer eso aquí, que somos un país tercermundista” hasta el punto de culpar a los “noveleros” que se creen mucho por ir a esas cosas. 

Para conocimiento de los/las lectoras/es: 

Hábitat es un Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT), parte de una agencia de las Naciones Unidas, con sede en Nairobi, que tiene el objetivo de promover ciudades y pueblos social y ecológicamente sostenibles.[1]

Con este antecedente toparé 2 puntos:

1.- Finjamos que somos algo que en verdad no somos. 

Me sorprende ver que en menos de un mes, los alrededores de la Casa Cultura estaban llenos de carrillesbici, me sorprende que haya cosas que se puedan construir tan rápido en una ciudad donde un simple trámite en el municipio puede tomar desde varias horas hasta meses. 

Pero ¡oh! Sorpresa de repente había carrillesbici, que un principio eran espacios verdes pintados sobre la calle y después de una evidente crítica al respecto pasaron a ser  espacios verdes pintados en la calle pero con unos tubitos amarillos de cuando en cuando. 

Sobre la Jorge Washington entre 9 de octubre y Amazonas, descubrí que desde hace una semana para acá tenemos jardineras y asientos de palés sobre la calle, es bonito ver esas maravillas, es bonito saber que tengo donde sentarme y hacer uso del espacio público y es más bonito saber que eso se hizo en menos de una semana, o sea que cuando se quiere somos bastante eficientes y competentes. 

Si se tiene el coraje de hacer cosas como “Solución vial Guayasamín” se debería tener el coraje de reconocer que Quito es una ciudad poco inclusiva con peatones/nas, discapacitad@s y ciclistas.  Que las políticas que se manejan son pensadas en autos y élites, no en espacios públicos para todas y todas.
Esta situación me recuerda mucho a cuando sobrios decimos que escuchamos música clásica pero borrachos lloramos con Gerardo Morán.  O sea que tratamos de convencer a alguien de que vamos de “muy muy” pero no nos convencemos ni nosotros mismos.

Imagen tomada del facebook de Marco Tituaña.



2.- Hábitat III sede en Quito. No entran las/los quiteños/as

Parecería un chiste pero es cierto, ayer en la fila que trataba de hacer, la mayoría de los enfilados éramos ecuatorian@s y en especial quiteñ@s (nos reconocemos por el acento). Esto demuestra algo que es muy típico en nuestra idiosincrasia ecuatoriana, primero lo de fuera, luego lo de adentro. 

Que yo estoy de acuerdo en que se hayan dado acreditaciones a todas@s l@s visitantes foráneos, pero la caridad empieza en casa.  Tenía que establecerse un mecanismo que permitiera que l@s ciudadan@s pudiéramos acceder a Hábitat sin perder casi la vida en el intento. Lo de hacer acreditaciones con más anticipación, en otros sitios, de otra manera. ¿¿¿Suena esa idea??? 

Que sí, que sí, que hay que pasar mil filtros de seguridad porque es territorio ONU y es como un aeropuerto, no sé qué. De acuerdo, pero no podía pensar ONU algún mecanismo diferente, más INCLUSIVO??? 

Porque claro que entraron compatriotas, pero compatriotas del aparato estatal y municipal, l@s que van con los autos blindados y chofer, los que hace siglos no pisan el trole. No creo que la mayoría de  gente que haya entrado (al menos sin hacer la fila de mil horas) sean l@s ciudadan@s de a pie, l@s que si viven la ciudad, l@s que usamos transporte público, las mujeres a quienes nos acosan en las calles, el/la ciclista que se enfrenta a los autos porque en el Quito real no hay suficientes carrilesbici y los que hay están en el centro norte de la ciudad (como dato no más).

Ciudad sostenible, no es haber quitado a los vendedores ambulantes del centro histórico para recluirles en “centros comerciales del ahorro” (como que el nombre cambiara la realidad) espacios mínimos apretujados sin ventilación en muchos casos, ciudad sostenible no es pintar de verde carrilesbici. Quito como muchas ciudades de América Latina, está llena, de vendedores ambulantes, de migrantes internos y externos, de colegiales y universitarios, de trabajadores que se desplazan desde barrios satélites hacia los centros financieros. 

Quito no es la ciudad que se pretende mostrar del 17 al 20 de octubre y obviamente Quito no somos la gente que está en el Hábitat III.



[1] Wikipedia

viernes, 22 de julio de 2016

Despedida



Foto tomada por: Vianney Hidalgo

Te libero de mí.
De mis ganas de hacerte feliz,
De mi poca capacidad para entenderte, para quererte.
Te libero de mi amor, que no te basta, que nunca ha sido suficiente.
Te dejo, aunque seas tú quien me haya dejado.
Te dejo por eso miles de hombres imaginarios que se mueren por mí,
Te libero de la nostalgia compartida
De los sueños no compartidos.
Te libero de la obligación que sientes de hacerme madre, que tanto te pesa.
Te libero, de mi poca capacidad de orientación,
De los kilómetros recorridos sin destino.
Me libero de ti, también.
De tu tristeza infinita, de despertar sola aunque estés en la misma cama.
Te dejo con tu vida, que no es la mía
Y a la que nunca fui invitada.
Me quedo con lo aprendido, con lo querido juntos.
Con el saber que soy multiorgásmica.
Me quedo con tu sonrisa de actor de cine y con las películas en blanco y negro.
Me quedo con el Gato Pardo y con la chica de lo que el viento se llevó
Que es  tan parecida a mí.
Te libero de mis caprichos, de mi sonrisa a medias, de mis malos días.
Te libero del darme vueltas por casa, de mí no saber, de mi no decidir .
Te libero de mi no saber montar en bici, de mis idas a misa, de tener miedo a los fantasmas. Te libero del poco encuentro que hemos tenido.
Te libero de mi poca planeación, de mi desorden, del gato que te lame y del gato suicida.
Me libero de ti, de buscarte y no encontrarte, de amarte y no amarme.
Déjame envejecer con los hombres que me gustan y que no son tú.
Pero ya déjame, que ya no quiero tenerme pena y ya no quiero quererte, ni bailarte, ni dormir en tu cama, ni estar enamorada de ti.
Que seas feliz, con tus montañas y con tus silencios, con tu gente que no es la mía. Con tu vida que no es la mía.
Déjame con mi pena de 28 años, con el Cusco, con las hojas de coca, con el páramo, déjame con mis caprichos, con mi pantalón roto, con mis medias dispares. Déjame con el tabaco y mi ansiedad.
Déjame y no me vuelvas a buscar.
Déjame y no vuelvas o vuelve si de verdad me vas a amar, como te dije un día solo quiero que me quieras bien, si no puedes no vuelvas, no me busques y déjame.